Al visualizar los datos en tres dimensiones se obtienen nuevas perspectivas. La visualización tridimensional puede ofrecer apreciaciones que no son fácilmente visibles en un mapa planimétrico con los mismos datos. Por ejemplo, en lugar de inferir la presencia de un valle a partir de la configuración de líneas de curvas de nivel, puede ver el valle y percibir la diferencia de altura entre el suelo del valle y una cordillera.