Específicamente, los análisis se limitan cuándo se requiere correlacionar
la información estadística y/o epidemiológica con el ámbito
territorial-geográfico, lo que impide:
a-. Agregar la dimensión espacial para la comprensión
de los fenómenos de salud, lo que a menudo no puede lograrse solo con las
tablas estadísticas o con gráficos.
b-.
Presentar gráficamente la información estadística en forma simplificada
siguiendo la dimensión espacio.
c-.
Relacionar la estadística con el área
geográfica a la que se aplican los datos, facilitando su comprensión y
asegurando que el usuario los convierta en conocimiento.
d-.
Determinar los universos de riesgo, levantamiento por comunas o sectores
intracomunales y sus riesgos específicos en el ambiente físico, psicosocial,
biológico, ambiental.
e-.
Realizar estratificación epidemiológica
por riesgos, determinando los daños a la salud por áreas, conglomerados poblacionales,
para posteriormente analizar si la oferta de prestaciones de servicios de salud
disponibles en la red está dando respuesta a intervenir esos daños y si dichas intervenciones son
adecuadas en cantidad y calidad, son sustentables en el tiempo con impactos
esperados en resultados sanitarios específicos en las personas.
f-. Identificar áreas y grupos con
mayor riesgo de enfermar o morir
g-.
Reconocer la distribución de los factores que se asocian a las áreas con
mayores riesgos para priorizar las
intervenciones en salud, focalizar los recursos con criterios de equidad.
h-.
Sectorizar los problemas de salud más frecuentes en la población en términos de morbilidad y mortalidad.